Entendemos la brecha digital como la separación que se produce entre las personas-sociedades-países-culturas que tienen acceso y hacen uso habitual de las TIC y las que no. Esta separación puede darse tanto por la falta de acceso (infraestructuras) como por la falta de conocimientos para utilizarlas.
La divergencia tecnológica lleva implícita infinidad de desigualdades de distintos caracteres: desigualdad comunicativa, demográfica, socioeconómica, etc.
Quizás una de las más graves es la desigualdad educativa. A estas alturas resulta más que evidente que la educación está experimentando un importante cambio, un cambio estructural. Las formas de aprendizaje han evolucionado. Y uno de los principales factores que han propiciado esta evolución en cuanto a cómo aprendemos son los MOOCs (Masive Open Online Courses). Con éstos, la sociedad digitalizada da un paso más hacia la democratización del conocimiento. Pero a la vez, un paso más que asevera la brecha.
Os dejamos el Informe Global sobre tecnología de la información que publicó en mayo de este año el Foro Económico Mundial.
El estudio de España está en la página 249 del informe (y avisamos de que puede que os llevéis una sorpresa en cuanto a la posición que ocupa en el ranking).