Lo importante está en el interior. ¿Y lo exterior no importa? SI, y mucho.
En un sector con sobreoferta, a veces, la diferencia la marcan pequeños detalles. La identidad visual corporativa es un aspecto que hay que cuidar y trabajar. Se trata del conjunto de elementos gráficos que van a representar al centro. Así, debe estar alineado con el mensaje y con la identidad de marca de dicho centro educativo para asegurar la coherencia.
De aquí deriva todo el material corporativo que se utilice en el día a día, tanto a nivel interno como en relación al público: circulares, justificantes, carpetas, folletos informativos, tarjetas de visita, etc. Por tanto, ponlo en manos de profesionales y dedicad tiempo a trabajarlo.
5 puntos positivos de tener una identidad visual profesional:
1. Identificación: con el tiempo, resultará fácilmente reconocible a un simple golpe de vista
2. Connotaciones: si está bien trabajada, el público lo asociará a valores que pertenezcan a la imagen corporativa de tu marca educativa: historia, ética, confianza…
3. Ahorro: al ser una imagen consistente, puede servirte para muchos años o para siempre. Evitarás tener que renovar y producir de nuevo el material cada poco tiempo.
4. Reputación: el sentimiento de pertenencia en los clientes es más férreo si tienen una imagen mental tangible a la que relacionar la marca.
5. Promoción: cuando cuentas con una imagen visual reputada, la puedes hacer valer para elementos promocionales que permitan seguir expandiendo el conocimiento de marca: merchandaising, redes sociales, banners, posters… Que todo siga una misma línea estética que dote de cohesión tu marca y ayude a posicionarla.